A dos bellas personitas

Ellos observan serios, escrutando a su alrededor
mientras los mas cercanos se desviven por
arrancarles una sonrisa que sea capaz
de devolverles esa frescura infantil
que han perdido hace ya poco tiempo
el otoño marchita aún mas esa flor preciosa
de apenas 7 años

Con la madurez de un adulto
deben soportar las mezquindades
y la desigualdad siempre delincuente
que los mayores predican en tv y veredas
desde que los tiempos son tiempos
pareciera nuestra condición menos humana de seres

Hermanitos huérfanos de padre
a quienes la muerte arrebató
aquella hermosa alma de 28 años
privándolos de caricias y besos
la sencilla aspiración de ser felices
fue destrozada

En el mundo gigante imaginatorio de su fantasía
él saluda todas las noches a su papá
y le hace el recuento de lo vivido durante el día
enojado por alguna broma hiriente de algun
compañerito o contento por alguna buena
nota que la señorita le puso.

Ella, peleada con todos, callada y distante
sigue esperando día y noche, en sueños
y despierta ...
¿Cuando será ese día en que papá golpee la puerta
y vuelva para abrazarla, besarla y hacerle upa?
Su lágrima se funde con la llovizna del día
y la fiestita de cumpleaños queda lejos, muy lejos.

Palomitas desamparadas que duermen acurrucadas
juntitas en una misma cama, bajo un techo que
cae de a pedazos, luchando contra el frío,
en ese resquicio de calidez que les ayuda
a cuidarse de la lluvia agria de la noche.

Una madre luchadora con la espalda
dolorida de tanto trabajar, y de llevar
siempre el peso del dolor que apareció
el mismo día en que aquella enfermedad
empezó a consumir de a poco a un marido
que creció y maduró a su lado

Torturante realidad, egoismos vergonzantes
truncadores de futuro de aquellas dos bellas
palomitas que no saben volar pero que la
mayoría de la sociedad tiene en la mira
apuntándoles, con la mirada complaciente
de saber que la falta de futuro de algunos niños
ayudan a construir un futuro mejor para sus
palomitas, sólo las suyas y de nadie mas.

La vida les arrebató el padre
la sociedad les cierra la puerta a su futuro
la economía los hizo nacer condenados
la policía los mira con desconfianza
la familia se aleja cuando el tiempo pasa
despojados de casi todo
esas palomitas siguen
esperando por sus alas
para poder volar
muy pero muy alto
y encontrarse con papá Diego...
para recuperar la sonrisa.

Daniel