La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) abrió ayer una investigación a Google por grabar datos de las redes WiFi de los barrios por los que han pasado los coches de su servicio Street View. Los vehículos, que llevan fotografiando España dos años, podrían haber recabado información de millones de ciudadanos. Junto a la española, agencias de cuatro países europeos (Alemania, Francia, Italia y República Checa) exigen las mismas explicaciones al buscador.
La compañía se limitó ayer a citar su blog oficial, donde el pasado viernes aseguraba que todo se debe a "un error de programación".
El pasado 22 de abril, la Agencia Alemana de Protección de Datos descubrió que, junto a las cámaras y la antena, los coches de Google llevan un programa que registra información de las redes inalámbricas de los vecinos. La empresa dijo entonces que sólo rastreaban el identificador del router WiFi (su dirección MAC) y el nombre de la red del usuario (la SSID, que le asigna su operadora). Pero el viernes, Google tuvo que reconocer que también grababan, al menos en parte, el contenido de las comunicaciones.
Pero la respuesta no ha convencido a la AEPD. "Google no puede alegar un error tecnológico cuando es la principal empresa de tecnología del mundo" , dice su director, Artemi Rallo.
Cuando Google trajo sus coches a España, en mayo de 2008, la AEPD ya ató en corto el servicio para proteger la intimidad. Street View , que se estrenó entonces en Barcelona y Madrid, hoy ofrece imágenes a pie de calle de grandes ciudades como Valencia y pequeños pueblos como Dalías (Almería), que no llega a los 4.000 habitantes, o Castrillo de la Reina (Burgos), con 150.
"Por lo que sabemos, Google puso en marcha Street View, que consistía en fotografíar las calles de las ciudades, pero en paralelo ha rastreado, coleccionado y creado una base de datos con las informaciones emitidas por todas las redes WiFi", comenta Rallo. "En principio, parece una gravísima intromisión en la privacidad de los ciudadanos, porque ha podido suponer el almacenamiento no sólo de los datos identificativos, sino también del tráfico que hayan generado esas redes, como el historial de páginas web, correo electrónico, etcétera", añade.
La AEPD, además de iniciar la inspección, ha requerido a Google que bloquee los datos de tráfico que almacena. También le lanza una batería de preguntas para que informe del tipo de datos captados, los fines para los que los ha grabado y cuántas ciudades españolas han sido rastreadas hasta ahora. Teniendo en cuenta que la práctica totalidad de las conexiones ADSL (pero también las de cable) tienen un router WiFi, podría haber millones de afectados.
0 comentarios:
Publicar un comentario