Según el autor, "con (el gobernante electo de Bolivia) Evo Morales, (el candidato presidencial peruano) Ollanta Humala y (el jefe de Estado de Venezuela) Hugo Chávez, la raza se vuelve ideología" en la región. En un artículo publicado hoy por el diario argentino La Nación, Vargas Llosa tildó a esos tres dirigentes de "nuevos caudillos bárbaros" y dijo que "además de racistas y militaristas se jactan de ser nacionalistas". Luego de sostener que "el nacionalismo es la cultura de los incultos", opinó que "por una razón elemental de justicia y de igualdad, los prejuicios raciales deben ser erradicados como una fuente abyecta de discriminación y de violencia". "Es extraordinario que haya que recordarlo todavía y, sobre todo, que haya que recordárselo a esa izquierda que, arreada por gentes como el comandante Hugo Chávez, el cocalero Evo Morales o el doctor Isaac Humala (padre de Ollanta Humala) están dando derecho de ciudad a formas renovadas de racismo", indicó. Para el autor de novelas como "La ciudad y los perros" y "Pantaleón y las visitadoras", "plantear el problema latinoamericano en términos raciales como hacen aquellos demagogos es una irresponsabilidad insensata". "Equivale a querer reemplazar los estúpidos e interesados prejuicios de ciertos latinoamericanos que se creen blancos contra los indios, por otros, igualmente absurdos, de los indios contra los blancos", agregó. El escritor opinó que con la organización de la sociedad que pretende Isaac Humala, "Perú sería un país donde sólo los cobrizos andinos gozarían de la nacionalidad" y "el resto serían sólo ciudadanos a los que se les reconocerían algunos derechos". "Si un blanco latinoamericano hubiera hecho una propuesta semejante, hubiera sido crucificado -consideró-. Pero como quien la formula es un supuesto indio, ello sólo ha merecido algunas discretas ironías o una silenciosa aprobación". Además, advirtió de que "tampoco el señor Evo Morales es un indio, propiamente hablando, aunque naciera en una familia indígena muy pobre y fuera de niño pastor de llamas", sino un "emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador y latoso". Vargas Llosa también criticó con dureza a Chávez por haber hecho "el elogio más exaltado del general Juan Velasco Alvarado, el dictador que gobernó el Perú entre 1968 y 1975". Tras recordar la "catástrofe que Velasco y su mafia castrense causaron al Perú", el autor estimó que "ese es el modelo que el comandante Chávez y su discípulo el comandante (Ollanta) Humala quisieran ver reinstaurado en el Perú y en América Latina".
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