Fueron niños, estuvieron en los brazos de alguien, fueron amados, fueron queridos, fueron conocidos..
hoy son olvidados..Sentaditos, con la cabeza gacha, mirando al piso o al frente, da lo mismo, no hay metáforas que puedan suavizar la trágica sensación que me inunda el alma, los abuelos olvidados, los que quedaron con lepra, se curaron, pero no fueron aceptados en la familia, en la sociedad, en la vida, los expulsamos, los confinamos a ese espacio silencioso, alejado, como pateado lejos de la realidad.
Ellos no ocupan espacio en la televisión, mucho menos en nuestros pensamientos, pues pensamos y creemos sólo lo que la Tv nos manda a tener en cuenta...
A ellos parece no importarles, pero mi visita les importa... puedo observar algunas reacciones, algunas miradas alegres, que se encienden, creyendo que si no es una visita para ellos, será para algún compañero...
Uno se acerca caminando apresurado para invitarnos a tomar Fanta en el exterior del predio, pero el policía le indica que no puede salir, él igual desautoriza la voz de la ley para indicarnos que sí, si que podemos tomar algo fuera del predio!
Otro apenas camina, temblando, temblando mucho, parece una hojita que se mece por el viento sur, y así camina, se frena, se da vuelta, me observa, demora unos instantes su rostro orientado a mi lugar, gira muy lentamente y sigue su camino, no me conoce, estoy invadiendo su olvido..
Me vuelvo ... me voy.... me alejo.... ahi quedan... y nada cambia ... a pesar del cartel del Gobernador que dice "Tenemos una deuda social con nuestros abuelos".
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